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Editorial: Tiempo de Vida

  • Foto del escritor: Adistra News
    Adistra News
  • 5 may
  • 4 Min. de lectura



El tiempo fluye como el agua de un río que parece inagotable hasta que, súbitamente, nos muestra su final. En ocasiones nos avisa de a poco, pero en otras es sin aviso previo. El tiempo es de las pocas cosas que no se pueden comprar ni guardar, lo que nos deja sólo una alternativa: aprovecharlo. Me gustaría compartir con Uds. algunas recomendaciones para obtener el mejor provecho posible de nuestro tiempo.

 

Lo primero es aceptar que el tiempo es vida: mientras estamos vivos tenemos tiempo, cuando se nos acaba el tiempo dejamos de estar vivos. Por lo tanto, el tiempo es vida, nuestro tiempo de vida es de las cosas más valiosas que tenemos. Pero el tiempo tiene otro componente clave: no sabemos con anticipación cuánto tiempo tendremos. Esta peculiaridad hace que nuestra programación del tiempo sea siempre condicional o tentativa. Así es que aprovechar nuestro tiempo es casi como aprovechar nuestra vida, lo que debería ser nuestra principal motivación para aplicar todas las técnicas que nos resulten útiles para aprovechar el tiempo.

 

Pero ¿Qué es aprovechar el tiempo? Les sugiero pensar que el tiempo bien aprovechado es el que se invierte en conseguir los objetivos personales, cualesquiera que estos sean. Pueden estar relacionados con distintos ámbitos como el estudio, el trabajo, la familia o el deporte. Lo importante es tener claro qué es lo que uno persigue en su vida, reconociendo nuestra escala de valores. Es decir, cuál es el ranking de las cosas más importantes para cada persona. A partir de este orden, se debería hacer la pregunta: ¿Cuánto tiempo destino a realizar actividades que contribuyan a cada uno de los tres primeros de la lista?

 

Para poder responder adecuadamente a esa pregunta, es necesario poner atención al registro de lo que hacemos, que consiste en medir de la manera más precisa posible el tiempo que invertimos en cada cosa que hacemos. Una herramienta útil es anotar en una agenda o libreta u hoja de cálculo que le permita obtener una muestra de cada día de la semana. Mientras más días incluya en sus mediciones más certera será su apreciación de a qué esta destinando su tiempo en la actualidad. A partir de este registro, es importante agrupar las tareas bajo los objetivos, incluyendo las tareas que aportan directamente al objetivo así como las necesarias para lograrlo.

 

Producto de esas mediciones, es probable que descubra algunas inconsistencias entre el tiempo que utiliza para algunas cosas y sus objetivos. Estas incoherencias son las que deberían generar planes de acción para mejorar su uso del tiempo. Le recomiendo que elija sólo una a la vez, la que sea más relevante para Ud. Cuando la tenga seleccionada, identifique cuál sería el estado ideal de cosas al que le gustaría llegar. Por ejemplo, supongamos que quiere mejorar su condición física porque ha tenido dolores de espalda que son producto de falta de ejercicios y posturas inadecuadas cuando trabaja en su computador. Entonces, quiere destinar diariamente 10 minutos en la mañana y otros 10 minutos en la tarde para realizar la rutina que le indicó su médico. Hasta ahora, los ha hecho sólo una vez, al regresar a su casa el día en que fue a consultar al médico. Todos los días se acuerda antes de salir de su casa que tiene que hacerlos, especialmente cuando le duele la espalda, pero como está apurado por llegar al trabajo piensa “después los hago”, y en la tarde llega cansado, juega con su hijo, prepara la comida y se acuesta. En resumen, no le destina tiempo a realizar algo que sabe que le mejoraría su calidad de vida.

 

Ante una situación como esa, es importante entender bien lo que está pasando. ¿Cuál es la causa de “evadir” los ejercicios? Es probable que sea la falta de voluntad para auto imponerse una rutina, para vencer la inercia y realizar algo que le incomoda o le exige un esfuerzo extra. Entonces, para mejorar su uso del tiempo necesita desarrollar la habilidad para auto motivarse. Una vez que tiene un buen diagnóstico de lo que está pasando podrá diseñar un plan de acción más específico y dirigido justo a lo que necesita. Por ejemplo, podría leer algún libro o documentación con técnicas para motivarse, ejercicios para fortalecer su voluntad o ejemplos de personas que superaron el mismo problema.

 

El siguiente paso para mejorar su gestión del tiempo es ponerle fecha a sus nuevas acciones. Podría darse una semana para conseguir y leer información de auto ayuda, y luego darse un plazo para comenzar a hacer sus ejercicios. Es normal que tenga “recaídas”, por ejemplo, que en algunos días deje de hacer los ejercicios, pero no se deje desanimar por eso. Considérelo como algún esperado, siempre van a producirse estos inconvenientes. Lo importante es que tenga en mente su objetivo final: disminuir y en lo posible eliminar sus dolores de espalda.

 

A medida que utilice bien su tiempo va a ir mejorando progresivamente su productividad personal. Este es un proceso continuo, de mejoramiento permanente, porque sus objetivos pueden ir cambiando y se pueden requerir nuevas condiciones para sacar mejor partido de su tiempo.

 

 

 

 

Eduardo Saleh Sabat

Psicólogo Organizacional

Mayo 2025

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