El cambio disruptivo ocurre cuando sucede algo que invalida el futuro esperado. Las personas que reconocen las nuevas realidades, realinean su pensamiento, revisan sus expectativas y tienden a responder productivamente a estas interrupciones. Los que niegan o minimizan el significado de una interrupción no lo hacen. El cambio disruptivo es inevitable, y las organizaciones que no ayuden a sus empleados a anticipar, abrazar y adaptarse positivamente a este cambio, están corriendo un riesgo.
Considere como ejemplo las reacciones a las elecciones presidenciales del 2016 en Estados Unidos. Esta elección se analizará durante muchos años, no sólo por su significado político. Antes del día de las elecciones, muchos expertos y encuestadores predijeron enfáticamente que Donald J. Trump no tenía un camino claro hacia la victoria. Como resultado, los que se oponían a él estaban seguros de su derrota. Sin embargo, la mañana siguiente a las elecciones, casi la mitad de Estados Unidos sufrió una resaca política causada por uno de los trastornos políticos más inesperados de la historia moderna. La victoria de Trump fue un cambio disruptivo en la dirección política de la nación.
El propósito de este artículo no es debatir la dignidad de Trump para el cargo. Más bien, su objetivo es subrayar la inevitabilidad del cambio perturbador y fomentar el desarrollo del talento para ayudar a los empleados a anticiparse, aceptarlo y adaptarse a él.
Después de los ataques terroristas del 11-S, tuve el honor de liderar el aprendizaje y el desarrollo de la seguridad de Disney. Durante ese tiempo, mi equipo transformó significativamente el enfoque en el entrenamiento de seguridad de la compañía. Creamos el Instituto de Formación de Seguridad de Disney, un proveedor autorizado de seguridad y capacitación en respuesta a la crisis antiterrorista, que se convirtió en un punto de referencia internacional para organizaciones de seguridad del sector privado y público
Aunque ese entrenamiento incluyó instrucción sobre el qué hacer si algo sucede, también se les enseñó a los estudiantes a cómo pensar en medio de una crisis. Abarcó innumerables escenarios potenciales y equipó a los estudiantes con el pensamiento crítico esencial y habilidades de toma de decisiones a través del uso de simulaciones y ejercicios de campo. Los estudiantes fueron desafiados a superar los sesgos de familiaridad y consistencia que hacen que las personas no entrenadas vean lo que esperan ver y favorecen la información que valida esas expectativas. El personal de seguridad estaba capacitado para esperar lo inesperado y adaptarse, improvisar y superar circunstancias imprevistas. Se les enseñó a pensar.
Si sólo se les enseña a los estudiantes universitarios, antes de entrar en la fuerza laboral, a pensar por sí mismos. Trágicamente, gran parte del sistema universitario estadounidense, ha sustituido sus planes de estudio basados en el pensamiento con un enfoque más didáctico, enseñándoles qué pensar en lugar de como pensar.
Allan Bloom se refirió a esto como "el cierre de la mente americana." Este fenómeno es problemático para el desarrollo del talento por al menos tres razones.
En primer lugar, si se les dice a los estudiantes qué pensar, la mayoría de ellos adoptará cosmovisiones políticas e ideológicas idénticas — lo que es adoctrinamiento, no educación. Esto es problemático para el desarrollo del talento porque los trabajadores del conocimiento deben ser capaces de pensar por sí mismos.
En segundo lugar, los estudiantes que han sido adoctrinados en lugar de enseñarles a evaluar las ideas de forma autónoma, pueden rechazar las interrupciones que parecen contradecir sus propias ideologías. El desarrollo del talento se enfrenta al desafío envidiable de preparar a esta fuerza de trabajo emergente para trabajar junto a personas cuyas cosmovisiones sean diferentes de las suyas, sin exigir zonas seguras o protestas.
En tercer lugar, algunos estudiantes universitarios aparentemente no quieren o no pueden aceptar interrupciones que no se alinean con sus expectativas preconcebidas. Como resultado, el desarrollo del talento pronto podrá encontrar una ola de nuevos trabajadores que carezcan de las habilidades necesarias para adaptarse a las necesidades cambiantes de la organización
Cuando se trabaja con clientes en iniciativas de cambio planificadas, es imperativo que el desarrollo del talento desempeñe un papel temprano y activo en la preparación de los empleados para cambios inmediatos. También es esencial para el desarrollo del talento establecer una cultura de aprendizaje que cultive la apertura al cambio continuo y prepare a los empleados para anticipar y adoptar cambios disruptivos
Quizás el mejor punto de partida es resistir la tentación de decirles a los estudiantes qué pensar, y en su lugar ayudarles a aprender a pensar. También es una buena idea incluir en su entrenamiento un conjunto de pensamientos críticos basado en escenarios, resolución de problemas y toma de decisiones para ayudar a los estudiantes a encontrar soluciones constructivas a problemas complejos. De manera similar, acogemos con beneplácito las opiniones contrarias y fomentamos la visión que permita a los alumnos a adoptar y argumentar una variedad de perspectivas contrarias a las suyas. Por último, se incluyen ejercicios que requieren un consenso y permiten múltiples soluciones.
El cambio disruptivo es inevitable, y muchos estudiantes no aprendieron a lidiar con él en la Universidad. Nuestra responsabilidad es preparar a los estudiantes para el cambio disruptivo. En caso contrario inevitablemente influenciará en el desarrollo del talento. ¿Estás listo?
Traducido de ATD: Tuesday, November 29, 2016. “Preparing Employees for Disruptive Change " by Don Levonius. ATD. TD Archives. Todos los derechos reservados.
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