El capital humano en logística es una de las áreas que más sufre de la “sequía” de personas preparadas, tendencia que se venía presentando desde hace años, pero que creció exponencialmente a partir de la pandemia del Covid-19. Con la transformación digital de las empresas, los entornos sociales en pleno cambio, las exigencias medioambientales cada vez más exigentes y las tensiones geopolíticas en aumento, es fácil suponer que los desafíos en el área de logística van a ir creciendo cada vez más.
Así es que los líderes y profesionales de esta área deben fortalecer sus competencias y adquirir nuevas habilidades para hacer frente a este cambio. Les menciono a continuación algunas de las habilidades más críticas para un desempeño exitoso.
En primer lugar, se requiere una habilidad para negociar y mantener alianzas con los proveedores claves. Además de proveer productos o servicios estratégicos, los proveedores pueden conocer la realidad de los clientes finales más que la propia empresa. Una buena alianza incluye mantener una comunicación abierta y funcional, particularmente cuando surgen conflictos o se producen quiebres entre el personal de los equipos respectivos. En esto ayuda compartir una cultura de mejoramiento continuo, con reuniones de revisión periódica de indicadores de gestión (KPI).
En segundo lugar, el conocimiento técnico y la habilidad para manejar las herramientas propias de la logística le permitirá entender mejor y, al mismo tiempo, controlar que los procesos están funcionando como corresponde. En esto es clave la capacidad del líder para navegar en los detalles de la operación y luego ascender a la visión estratégica del negocio, desde lo más detallado y concreto hasta lo abstracto y conceptual. Si se queda sólo en la operación, terminará siendo un supervisor de transporte o un programador más. Por otro lado, si desarrolla todo un plan estratégico, pero no toma en cuentas la realidad operativa de empresa, lo más probable es que no tenga éxito.
En tercer lugar, es necesario contar con destreza digital para facilitar la transformación digital del negocio, ya que la logística es una parte fundamental de cualquier cambio que pretenda hacer una empresa. Se requiere una disposición mental a cambiar o perfeccionar los procesos que sean necesarios para mejorar la experiencia de todos los actores de la cadena de valor. El líder debería ser percibido como un campeón del cambio, dando el ejemplo tanto a su propio equipo como a los proveedores y clientes.
En cuarto lugar, sus habilidades para liderar equipos y relacionarse positivamente con todos los niveles y especialidades, tanto dentro de la organización como con los proveedores y clientes es fundamental. Un desafío a los líderes suele ser la capacitación y motivación del personal operativo, que normalmente rota mucho y tiene poco interés en estar mucho tiempo en su trabajo. Por ejemplo, en bodega y transporte es habitual encontrar personas jóvenes que quieren trabajar sólo por un tiempo breve. ¿Cómo se puede capacitar en forma rápida y efectiva? Si la curva de aprendizaje de un operador de bodega es de 2 meses, y la rotación promedio es de 6 meses, entonces se perderá un 33% de las horas de trabajo de ese equipo dos veces al año. Es muy importante que el líder diseñe soluciones a este problema con la colaboración del área de Recursos Humanos.
En quinto lugar, es importante su habilidad para coordinar iniciativas organizacionales con su propia área, apoyando el desarrollo de estos proyectos y, al mismo tiempo, asegurando que contribuyan realmente a mejorar la cadena logística. Por ejemplo, las promesas que ofrece la IA son enormes, pero el profesional del área logística sabe que los pedidos se realizan todos los días y toda hora, así es que no puede esperar a ver cómo se aplicarán estas soluciones tecnológicas. Debe tener la capacidad para entender y promover los cambios, pero al mismo ponderar los beneficios de su aplicación y asegurar una implementación que agregue valor.
En términos generales, he incluido competencias y habilidades de dos tipos: las referidas a técnicas específicas, ya sea para el cargo actual o bien para el desarrollo futuro de la persona, como la habilidad para manejar los sistemas de gestión de bodegas o la capacidad de identificar y mejorar procesos; y las habilidades más generales que se utilizan en cualquier trabajo y organización, como el liderazgo y la comunicación eficaz. Les recomiendo que hagan un listado de competencias y habilidades para los cargos claves en la cadena de suministros, obtengan una medición del nivel actual de competencias que tengan las personas que ocupan esos cargos y luego hagan un plan para ir mejorando gradualmente las competencias más relevantes. Seguramente van a contar con la ayuda del área de Recursos Humanos para ejecutarlo, pero lo importante es que lo incluyan y lo manejen como una de sus metas anuales.
Eduardo Saleh Sabat
Psicólogo Organizacional
Junio 2024
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