La entrevista es una herramienta irremplazable para evaluar el potencial de un candidato. La puede realizar el entrevistador en persona, online o mediante una entrevista diseñada con inteligencia artificial, pero la interacción que genera con el candidato es clave para predecir el comportamiento futuro de una persona ante situaciones críticas para su desempeño. Lo ideal es en persona, porque permite detectar ese más del 50% de la comunicación que da cuenta la expresión no verbal. Si es online, hay una serie de “pérdidas” en el proceso, como los problemas de la tecnología, la vista sólo del rostro y la poca o nula detección de la “meta información” que puede proporcionar la entrevista en vivo, como el trato que le dio el candidato a la recepcionista, si es que llegó a la entrevista con tiempo de margen y su presentación personal.
En el caso de las aplicaciones de entrevista basadas en inteligencia artificial, es difícil que el software sea más hábil que quién lo diseñó. Los expertos en contenido programan y dan los criterios para que el software vaya seleccionando la secuencia de las preguntas, interpretando las respuestas en base a inferencias estadísticas. Al menos por ahora, un entrevistador hábil puede adaptar muchísimo mejor la entrevista a la enorme variedad de personalidades existentes.
En una entrevista, hay al menos cinco aspectos que se deben evaluar mediante la interacción con el candidato. Lo más básico es el dominio del contenido técnico del cargo. Esto es más que simplemente el conocimiento de los principales conceptos y herramientas relativas al trabajo a desempeñar. Por ejemplo, si se trata de un coordinador logístico, debería conocer los principales sistemas que se utilizan en esta función y la operatoria de un área logística. Acá es donde comienza a tomar valor la entrevista por sobre una simple prueba de conocimientos. Lo que seguramente queremos indagar es la profundidad de su conocimiento, más que si solamente ha operado con un software. Entonces las preguntas se deben enfocar en cuánto sabe no sólo del que utilizamos en la empresa, sino cuánto ha estudiado por su cuenta de las ventajas o desventajas de los disponibles en el mercado, cómo ha resuelto los problemas que surgen cuando el sistema no funciona, cómo se debe controlar la operación y qué deben hacer los operadores con los que trabajará como supervisor.
Otro aspecto clave a evaluar es la capacidad para manejar adecuadamente las emociones. Si se le pregunta directamente al candidato acerca de cómo manejar situaciones estresantes, es posible que responda con lo que es socialmente deseable o algo políticamente correcto. Por eso es que, más que preguntar acerca de su manejo de las emociones, lo ideal es someterlo a ciertas emociones que lo hagan reaccionar, observando cuidadosamente cómo reacciona. Vale la pena, eso sí, cuidar de que estas “situaciones” no generen una reacción adversa en contra de la compañía que está contratando.
La toma de decisiones es otro aspecto importante de evaluar, en especial el nivel de riesgo que está dispuesto a tomar, si es que su base para tomar las decisiones es emocional o más bien racional y si es que su razonamiento le permite tener una ponderación adecuada de todos los aspectos a considerar en la decisión. En esta habilidad es común utilizar una simulación que se plantea al candidato, en la que las respuestas se evalúan tanto desde el punto de vista del contenido como de la forma. Incluso se puede considerar la utilización de “assessment centers”, que consisten en evaluaciones grupales en donde se simula una situación parecida al trabajo real, con observadores que califican las respuestas de los diversos candidatos a los desafíos que se le van planteando a lo largo de la simulación.
Otro aspecto clave son las habilidades de comunicación en sus distintas formas. Esto se puede evaluar a lo largo de toda la entrevista, observando cuidadosamente cómo logra expresar sus ideas. En este sentido, es interesante incluir instancias que requieran de distintas formas de comunicación por parte del candidato, especialmente por escrito y en modo de presentación. Recuerde incluir la capacidad de comprensión de lectura, esto puede ser decisivo para un buen desempeño.
Un aspecto muy difícil de medir son las habilidades de liderazgo, porque hablar de liderazgo es bastante más fácil que ser capaz de ejercerlo. En una entrevista, se puede preguntar al candidato que cuente cómo enfrentó situaciones que desafían su liderazgo, para apreciar la forma en la que ejerció su liderazgo. Claro que esto, por tratarse de algo pasado, puede adaptarse fácilmente por parte del candidato para dar una mejor impresión. Se puede complementar con una pregunta parecida, pero sobre una situación nueva, un tanto difusa, que haga que el candidato haga preguntas sobre aspectos claves para ejercer el liderazgo. Si la persona no indaga y da una respuesta socialmente deseable, es probable que sus habilidades de liderazgo sean débiles. En cambio, si es que la persona pregunta por aspectos relevantes antes de dar su respuesta, es probable que su experiencia en ejercer su liderazgo sea mucho más efectiva.
Eduardo Saleh Sabat
Psicólogo Organizacional
Diciembre 2024
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