¿Cómo funciona el equipo?

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El funcionamiento de un grupo de personas como un equipo se puede medir con ciertos indicadores que nos darán una idea de los desafíos que tenemos para sacar el máximo partido a nuestras potencialidades como equipo. Les propongo que hagan una analogía con un motor y la forma en la que lo medimos cuando vamos a una revisión técnica.

Lo primero que verifica el técnico es si es que el motor parte.  ¿Cómo se ve esto en un equipo? Simplemente haciendo una reunión de equipo. ¿Llegaron todos los participantes? Cuando se juntan, ¿Realmente están en la sala de reuniones si es presencial o en la pantalla si es online? Una forma de no estar presente en la sala es no estar físicamente, pero también el estar viendo los correos en el celular, notebook, o estar chateando, o bien durmiendo con los ojos abiertos. Cuando se trata de reuniones online, los ausentes suelen apagar sus cámaras, con la excusa de que su conexión a Internet está mala, o bien prenderla al principio por unos momentos y luego excusarse por una reunión con un cliente. Es la forma políticamente correcta de ausentarse.

Una segunda medición de los técnicos es medir el consumo eléctrico o de combustible del motor. ¿Está consumiendo energía de acuerdo con el parámetro que definió el fabricante? Un consumo más alto suele ser un indicador grave de mal funcionamiento del motor. En el caso de los equipos, el consumo de energía se puede referir a los consumos de recursos materiales, financieros o emocionales. Los materiales son fáciles de observar: equipos mal utilizados, extraviados o dañados con frecuencia. Los financieros se observan en los bonos: cualquier esfuerzo extra requiere de un “bono” para “motivar” al equipo. Los emocionales suelen ocasionar licencias, personas con problemas de salud mental, relaciones tóxicas entre los miembros del equipo y un ambiente plagado de comentarios negativos.

Una tercera revisión consiste en verificar que todas las piezas estén haciendo su función y que no haya sobrecarga en unas para hacer el trabajo de las otras partes que no están funcionando bien. En el caso de los equipos, esto se nota cuando hay algunas personas que están haciendo el trabajo que deberían hacer otros miembros, pero que no lo hacen por alguna de estas tres razones: no quieren hacerlo porque no tienen la motivación o el interés por hacer; no pueden hacerlo porque no tienen las habilidades necesarias; o no saben cómo hacerlo porque no tienen el conocimiento. Un ejemplo clásico es la delegación inversa, como cuando el Jefe le solicita a una analista que le prepare una presentación para apoyar o justificar un proyecto. Pero pasa el tiempo y no hay mucho avance, se acerca la fecha límite y Jefe termina diciendo algo así como: “Prefiero hacerlo yo y llegar a tiempo a la reunión del Directorio con la información”. En resumen, le hizo el trabajo al analista. Cuando esto comienza a repetirse, lo que suele ocurrir es que el Jefe se sobrecarga, queda muy molesto con la situación y el equipo tiene un problema.

Otro aspecto que seguramente revisará un técnico de motores es si es tiene dónde comprar repuestos, en caso de que un componente falle. Si no hay repuestos, el motor podría quedar detenido por mucho tiempo. Lo mismo que pasa en un equipo, cuando los lideres no están preparados para encontrar reemplazos. Para prevenir esta situación, el líder debería tener el rol de cada miembro del equipo claramente definido, con funciones claras, con objetivos medibles a través de indicadores de gestión, con compensaciones basadas en el mercado y desarrollar documentación técnica de respaldo para tener los procedimientos, mejores prácticas y criterios que ayuden a una persona nueva tomar el rol con rapidez. Mientras menor sea la curva de aprendizaje menor será el costo para el equipo, en todo sentido: económico y emocional.

A partir de estos parámetros, el técnico de motores le puede decir a su cliente qué tipo de arreglo necesita y si es que podría seguir funcionando en las condiciones actuales. Para hacer un diagnóstico de su equipo, Ud. como líder o algún consultor externo deberían revisar estos cuatro aspectos y ponerse a trabajar rápidamente si es que encuentran algo que no está funcionando bien. Siempre va a resultar mucho más conveniente actuar de manera preventiva que reaccionar ante una falla.

Eduardo Saleh Sabat

Psicólogo Organizacional

Septiembre 2025